Cuando un deportista se propone un reto deportivo a largo plazo debe entrenar de una manera diferente a como lo hace un aficionado.
Deben entrenar durante horas y someter el cuerpo a un estrés que no soportan todas las personas.
Así que debemos controlar nuestras emociones y no olvidar el entrenamiento psicológico.
En la vida de un deportista influyen demasiados factores externos como la familia, el trabajo, los amigos, etc.

Debemos gestionar nuestras emociones.
Proporcionarnos las herramientas fundamentales para liderarse a sí mismos de forma efectiva.
Desarrollar habilidades para aprender a escuchar y comprender la interacción que tenemos con el medio.
Obtener una nueva manera de ver los conflictos que permita mayor perspectiva, y disposición al aprendizaje continuo.
Cultivar la confianza en sí mismo para optimizar la comunicación, el respeto y la coordinación de nuestras acciones.

Desde una nueva y poderosa perspectiva, posibilitando la disposición al cambio y una actitud hacia el aprendizaje continuo.

La persona consigue:
Conocer y potenciar talentos propios.
Transformarse a través de nuevas perspectivas, acciones y resultados.
Aprender a convocar compromiso y descubrir tu talento.
Ser un líder autentico.

Saludos M.Rizo